
Los orígenes de estas representaciones pasionales se pierden en la memoria colectiva de los fuensanteños, si bien no fue hasta 1976 cuando fueron rescatadas del olvido e impulsadas de nuevo con notable éxito.
Las primitivas escenificaciones se realizaron hasta el comienzo de la contienda civil de 1936-1939, y se llevaban a cabo durante el Jueves y el Viernes Santo. De ellas recuerdan los más viejos del lugar algunos versos y el "Paso de Abraham e Isaac", hoy desaparecido, y la procesión del Beso, antaño integrada en la Representación de los Pasos, y que en la actualidad evoca el emotivo encuentro de Jesús con su Madre en las calles de Fuensanta.
La escenificación actual comienza con la Santa Cena, prosiguiendo con la traición de Judas, la oración en el huerto, el prendimiento, el lavatorio de manos de Pilatos, la subida al Calvario, la crucifixión entre los ladrones Gestas y Dimas, y la expiración, siendo éstos instantes los de mayor expresión dramática de la representación, donde el entorno, la música y la iluminación ayudan a sublimar la emoción de tan crucial momento.